1,000 prisioneros en el hambre

El Ministerio de Justicia y la Paz ha comunicado que un grupo significativo de 1,000 prisioneros ha decidido llevar a cabo una huelga de hambre. Este movimiento incluye a reclusos tanto de máxima seguridad como de otras áreas del sistema penitenciario. La huelga comenzó el lunes, en respuesta a las nuevas medidas que fueron anunciadas por el gobierno y que han generado descontento entre los internos.
Nils Ching, quien es el director de la Policía Penitenciaria, ha informado que los prisioneros de máxima seguridad han tomado acciones coercitivas, amenazando a los reclusos de niveles mínimos o inferiores para que se unan a la huelga. Específicamente, han impedido que otros consuman sus alimentos, lo que ha llevado a una situación de emergencia dentro de las instalaciones.
«Este tipo de coacción por parte de algunos prisioneros hacia otros ha sido confirmado a través de quejas formales de familiares así como de publicaciones en redes sociales. Además, durante las horas de visita, hemos observado que estos individuos han sido forzados a participar en la huelga,» expresó Ching. La situación parece volverse cada vez más crítica a medida que avanza el tiempo.
A pesar de la magnitud de la protesta, el director de la policía penitenciaria ha aclarado que el número de prisioneros en huelga no representa ni el 10% del total que se encuentra en el sistema penal. Según su información, este número es bastante reducido comparado con la población total reclusa.
Sin embargo, los datos presentados por Rafael Ángel García, portavoz de una Asociación No Gubernamental (ONG) que apoya a los prisioneros y a sus familias, difieren considerablemente. García informó que alrededor de 4,500 prisioneros participaron activamente en la huelga, y que más de 7,000 están involucrados en todas las prisiones del país, lo que representa un movimiento considerable dentro del sistema penitenciario.
En el contexto actual, el sistema penitenciario cuenta con alrededor de 17,000 prisioneros. Nils Ching ha garantizado que la Policía Penitenciaria está llevando a cabo un control estricto para mantener el orden en todas las cárceles del país, lo cual es crucial en momentos de alta tensión.
La policía penitenciaria busca reanudar el control. (Cortesía/Ministerio de Justicia y Paz).
Las medidas
En una conferencia de prensa llevada a cabo el miércoles 23 de abril, el gobierno reveló una serie de cambios significativos que afectarán a las condiciones dentro de las cárceles del país.
Una de las nuevas disposiciones es que a partir de ahora, los prisioneros solo podrán recibir visitas íntimas cada dos meses, y deberán demostrar que quien los visita es su pareja, lo cual ha reducido significativamente el acceso en comparación con la frecuencia anterior, que permitía visitas cada 15 días.
Adicionalmente, las visitas familiares se restringirán, permitiéndose solo una vez por semana en un mes. Esto contrasta con la anterior política que ofrecía más oportunidades de contacto.
Otro cambio relevante es que los prisioneros tendrán ahora solamente 10 minutos a la semana para realizar llamadas telefónicas, un cambio drástico respecto a la anterior política que ofrecía acceso gratuito y más flexible a los teléfonos públicos.
Por último, se ha decidido que las parcelas de artículos permitidos serán reducidas a una vez al mes, restringiendo el flujo de artículos a los reclusos que anteriormente podían recibir estos paquetes diariamente.
El Ministerio también ha mencionado que se permite el acceso a medicamentos y a teléfonos celulares, aunque el acceso a estos recursos ha sido objeto de control más estrictos por las nuevas regulaciones.
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