
El mapa del cantón central de San José puede tener un cambio, generando una subdivisión en el actual distrito de La Uruca. Esta localidad podría perder la zona de La Carpio, la cual pasaría a ser un “biodistrito”.
“Un biodistrito es un distrito que ejerce su gobernanza como unidad político-administrativa para el bienestar socioambiental de sus habitantes, creando valor público”, señala la propuesta.
«La comunidad de La Carpio ha estado históricamente excluida del desarrollo urbano formal y de su reconocimiento legal durante más de treinta años. Esta situación ha continuado su marginación y ha limitado severamente las oportunidades económicas y sociales de sus residentes», agrega.
El texto, presentado por la diputada independiente Kattia Cambronero, habla de demandas insatisfechas en áreas como agua potable, aguas residuales, salud, educación, seguridad, vivienda digna y servicios de inmigración.
Si se aprueba el proyecto, trasladado al expediente, el biodistrito tendrá 6 meses para completar la instalación de sus propios servicios.
Derechos y votos para La Carpio
Cuando La Carpio se convierta en biodistrito (o distrito político como tal), se generarán cargos de representación política propios (síndico y consejo distrital, actualmente compartido con La Uruca).
“Esto permitirá a sus vecinos tener representación dentro del Concejo Municipal, para garantizar que sus necesidades y demandas sean atendidas adecuadamente. Esto es fundamental para su inclusión social, su desarrollo participativo y su bienestar general”, señalan.
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Según detalló, el plan para La Carpio sería el cumplimiento de derechos como:
- Participación política
- Igualdad y no discriminación
- Bienestar colectivo y cuidado del Estado
- Autonomía municipal y participación ciudadana
30 años de historia
Según el registro del Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (mivá), La Carpio nació en 1993.
El terreno base fue una finca perteneciente a la Caja Costarricense de Seguro Social, que poco a poco fue poblando hasta convertirse en uno de los asentamientos informales más grandes de Centroamérica.
Según el recuento del proyecto de ley, la población local se acerca a las 52.000 personas.