
Cada vez es más común ver en apps como TikTok o Instagram a niñas maquillándose como parte de sus juegos en casa o, bueno, vídeos de mamás compartiendo su rutina de maquillaje con sus pequeñas.
Las niñas pequeñas imitan lo que ven de sus madres o familiares adultos, pero estos últimos no se dan cuenta de que detrás de esta práctica hay problemas reales y comprobados para la piel y el sistema endocrino de las niñas.
El sistema endocrino está formado por un conjunto de glándulas y órganos que producen, almacenan y liberan hormonas, las cuales son mensajeros químicos que viajan por el torrente sanguíneo para regular diversas funciones vitales del organismo.
Estas hormonas controlan el crecimiento y el desarrollo, el metabolismo, la función sexual, el estado de ánimo, el sueño y otras actividades importantes del cuerpo.
Los dermatólogos Floribeth Madrigal y Alejandro Solórzano indicaron El observador que existe evidencia científica respecto al uso de cosméticos en niños pequeños e incluso en adolescentes tempranos.
¿Qué dice la evidencia sobre los cosméticos en las niñas?
La piel de los niños es mucho más sensible y vulnerable (permeable) que la de los adultos, por lo que la exposición a los cosméticos puede provocar:
- irritaciones
- Alergias
- Dermatitis
- Acné
- Eczema
- Exacerbar los problemas cutáneos existentes.
Además, el contacto frecuente con el maquillaje puede alterar el pH natural de la piel, obstruir los poros y provocar infecciones y cicatrices a largo plazo.
«Hay evidencia muy sólida al respecto porque llevamos muchos años estudiando este tipo de factores. Incluso los tintes para el cabello y los esmaltes de uñas», explicó Madrigal.
La doctora Madrigal indica que las fragancias y conservantes en los cosméticos pueden provocar irritación y dermatitis en las niñas (Foto de archivo/El Observador).
Entre las investigaciones realizadas destacan las publicadas por científicos de Earthjustice (organización sin fines de lucro dedicada a la defensa ambiental en Estados Unidos) y la Universidad de Columbia en 2023 así como el Departamento de Salud Global y Comunitaria de la Universidad George Mason en Virginia el año pasado.
A nivel endocrino, el maquillaje de muchos niños contiene sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos, que son capaces de interferir con el sistema hormonal durante fases importantes del crecimiento, enfatizó Solórzano.
Ftalatos, parabenos, benzofenonas, protectores solares, formaldehído y PFAS (sustancias perfluoroalquiladas) son algunos de los componentes peligrosos detectados en estos estudios científicos.
Estas sustancias se han relacionado con problemas de desarrollo, cambios inmunológicos, reproductivos y metabólicos, así como posibles riesgos cancerígenos.
El peligro es aún mayor porque los menores absorben más estas sustancias a través de la superficie de la piel y su sistema de eliminación de toxinas está menos desarrollado, subrayan.
Sustancias en foco
Entre los ingredientes más peligrosos y científicamente probados se encuentran:
- Ftalatos: plastificantes y fijadores de sabor, relacionados con los cambios hormonales y tóxicos para el desarrollo.
- Parabenos: Conservantes que imitan la acción de los estrógenos (hormonas femeninas), que se asocian con efectos endocrinos nocivos.
- PFAS: sustancias químicas persistentes que pueden ser cancerígenas y dañar el sistema inmunológico
- Formaldehído: conservante vinculado a reacciones alérgicas y riesgo de cáncer
- Plomo y asbesto: metales pesados presentes como contaminantes, asociados con toxicidad neurológica y cáncer.
- Aceites minerales derivados del petróleo y determinadas fragancias: pueden provocar alergias y dificultar la respiración de la piel.
«Yo, como dermatólogo, no estoy de acuerdo con el uso de este tipo de productos. Especialmente algunos productos que tienen sustancias químicas que afectan o cambian las hormonas a través de la piel.
«Tenemos una preocupación seria respecto a la disrupción endocrina, es decir, al cambio del sistema hormonal», subrayó Madrigal.
Solórzano recomienda evitar el uso de maquillaje en la infancia y elegir únicamente productos hipoalergénicos además de protector solar. Esto reducirá los riesgos para la salud dermatológica y endocrina de las niñas.
Una nueva preocupación: los productos «anti-envejecimiento» en pequeñas
Solórzano aprovechó la oportunidad para resaltar una preocupación como dermatólogo por una práctica que, dijo, está cada vez más extendida.
Se trata de la aplicación de productos anti-envejecimiento en pequeños casos cuando no tienen una función real y están diseñados para pieles maduras.
«Por ejemplo, se han descrito productos que son para pieles maduras mayores de 30 años, como los retinoides, que en cambio pueden provocar una menstruación acelerada o acelerar el desarrollo o la adolescencia temprana», dijo.
Entre estos productos destacan los que se ven contra las arrugas y las manchas, “pero un niño no tiene arrugas ni manchas, es más bien piel que aún está en desarrollo.
«No te dará ningún beneficio. Es elemental: las fórmulas para bebés son diferentes porque la piel de un niño es diferente a la de un adulto», insistió el especialista.
«El papel de todo padre o cuidador es de orientación y dirección. Entonces, esa orientación también incluye el uso de determinados productos. Lo ideal es que no se utilicen en niños. Hay un momento para todo y este no es el momento», concluyó.