Galería | Así es como se vivió el domingo de Ramos en San José

Este domingo, las congregaciones de creyentes se reunieron en la hermosa ciudad de San José para ser parte de las conmemoraciones del Domingo de Ramos, llevadas a cabo tanto en la majestuosa Catedral Metropolitana como en la venerada Iglesia de La Soledad. Esta festividad es una de las más destacadas y significativas en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, ya que marca el inicio de la Semana Santa, un período de reflexión y solemnidad.
El Domingo de Ramos conmemora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, un momento destacado en los relatos de los cuatro evangelios canónicos: Mateo 21: 1-11, Marcos 11: 1-10, Lucas 19: 28-40 y Juan 12: 12-19. En este día especial, se recuerda cómo Jesús fue acogido por una multitud entusiasta que lo reconoció como el Mesías y el Rey, extendiendo mantos y ramas de palma y aceitunas a su paso, mientras exclamaban: «¡Hosanna en las alturas! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!». Este acto simboliza no solo la exaltación de Cristo, sino también su humildad y disposición para cumplir la voluntad de Dios, anticipando su posterior pasión, muerte y resurrección.
El Domingo de Ramos no solo da la bienvenida a la primavera, sino que también introduce solemnemente la Semana Santa. Este día invita a los creyentes a contemplar los últimos días de la vida terrenal de Jesús y reflexionar sobre su sacrificio por la humanidad, un recordatorio profundo de la fe y la esperanza que deben guiar la vida cristiana.
Tradiciones litúrgicas
La liturgia del Domingo de Ramos se compone de dos momentos fundamentales que son esenciales para esta celebración:
La bendición de los ramos: Durante este significativo momento, el sacerdote bendice las ramas de palma, aceitunas o laurel que han traído los fieles. Estas ramas no solo representan la victoria de Cristo en Pascua, sino que también simbolizan la fe de los creyentes y se conservan en los hogares como un recordatorio tangible de su devoción..
La marcha: En esta festividad, se lleva a cabo una solemne marcha que recrea la entrada de Jesús en Jerusalén. Los participantes, portando sus ramos, caminan al son de canciones como «Hosanna», expresando así su unidad, esperanza y fe en Cristo, generando un ambiente de alegría y profundo recogimiento..
Durante la celebración de la misa, se leen pasajes evangélicos que relatantan tanto la entrada triunfal como la eventual pasión del Señor. En las iglesias católicas de rito latino, esta última lectura tiene un lugar prominente en la liturgia, preparando a los fieles para una comprensión más profunda del misterio pascual que está por venir.
Los ramos benditos poseen un significado espiritual inmenso; simbolizan la renovación de la fe en Dios y el reconocimiento de Jesucristo como el Rey del cielo y de la tierra. Asimismo, son un recordatorio de la fragilidad humana ante el cambio, pues aquellos que aclamaron a Jesús como Rey fueron los mismos que pidieron su crucifixión pocos días después.
Para la Iglesia Católica, el Domingo de Ramos no solo celebra un evento histórico narrado en los Evangelios, sino que también ofrece a los cristianos la oportunidad de reflexionar sobre su relación personal con Jesús y de prepararse espiritualmente para los misterios centrales de su fe durante este periodo sagrado..