La actividad del volcán Poás todavía se mantiene, aunque con una intensidad notablemente menor, según la información proporcionada por los expertos del Observatorio Nacional Volcanológico y Sismológico (Ovsicori). Este descenso en la actividad es un alivio para las comunidades cercanas que han estado atentas a las posibles repercusiones de esta erupción.

El volcanólogo Geoffroy Avard comentó que, a pesar de la reducción en la intensidad de la actividad volcánica, el volcán Poás sigue presentando erupciones. Estas erupciones se caracterizan por pequeños pulsos de baja amplitud que irradian, y que están acompañados de la expulsión de algunas piedras que alcanzan el borde del cráter, lo que indica que el volcán sigue siendo una fuente de atención para los expertos y las autoridades locales.

Las últimas erupciones de este coloso volcánico no han excedido los 200 metros de altura, lo que es un signo claro de que la intensidad de la actividad volcánica es mucho más baja en comparación con lo que se experimentó durante la semana pasada. Esta tendencia es alentadora, ya que sugiere que el volcán podría estar en un proceso de estabilización, aunque sigue siendo monitoreado de cerca.

Avard enfatizó que todo este fenómeno volcánico se desarrolla dentro de un contexto de estabilidad. La actividad sísmica y acústica asociada al volcán ha demostrado ser de menor intensidad en comparación con la semana anterior, lo que es un indicativo positivo para la seguridad de los habitantes de las zonas aledañas. Sin embargo, es esencial que la comunidad permanezca alerta, dado que la naturaleza volcánica siempre implica ciertos riesgos.

A pesar de la disminución en la actividad, Avard aseguró que el volcán Poás sigue activo. En los últimos días, ha habido un fenómeno visible conocido como un «escenario brillo», que es producto de la quema de azufre dentro del cráter. Esto ha generado un olor a azufre en varias partes de Poás, aunque la intensidad de este olor ha disminuido en comparación con periodos anteriores.

Es importante mencionar que el viento ha influido en la dirección de los gases y olores, dirigiéndose principalmente hacia el suroeste. Como resultado, las áreas más impactadas han sido Grecia y Sarchí, que han enfrentado las consecuencias de esta actividad en las últimas semanas, siendo un aspecto que requiere atención por parte de las autoridades locales.

Ante este panorama, los expertos del Ovsicori han decidido mantener el nivel de precaución respecto a la actividad volcánica de Poás. Esto es aún más pertinente, dado que la actividad no se ha extinguido por completo y se requiere una vigilancia constante por parte de las instituciones y comunidades afectadas.

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