Valladolid, España, AFP- Barcelona logró cumplir su doble objetivo durante su visita a Colesta este sábado, y con su victoria de 2-1, dejó al Valladolid en una situación complicada, culminando en su descenso. Este resultado crítico resultó en una jornada difícil para los aficionados vallisoletanos, quienes vieron cómo su equipo se despidió de la primera división.
Después del intenso duelo del día 34, los catalanes aseguran una ventaja de siete puntos sobre los blancos. El Celta, que ocupa el séptimo lugar en la tabla, disputará su encuentro el domingo, un partido que podría tener implicaciones significativas en la lucha por la clasificación europea. Barcelona se encuentra en un momento crucial en su campaña, especialmente con el clásico de la próxima semana a la vista, un encuentro considerado casi como una final para el título de liga.
Sin embargo, el encuentro no fue un paseo para los de Barcelona en el estadio de Pussella, ya que se encontraron con varios desafíos a lo largo del partido. Su portero, Marc-André ter Stegen, hizo su regreso al equipo titular después de casi siete meses de ausencia debido a una grave lesión en la rodilla derecha. A pesar de su regreso tan esperado, enfrentó un comienzo complicado al permitir un gol en el primer tiro que recibió, lo que dejó a los aficionados inquietos.
La primera acción significativa llegó de parte de Ivon Sanche en el minuto 6, quien intentó marcar con un potente disparo que sorprendió a la defensa y acabó resultando en un enorme rebote que superó al capitán en un momento de tensión. Este gol inicial encendió las esperanzas de los fans locales y colocó a Barcelona en una posición defensiva inesperada.
Sin embargo, la influencia de los jugadores de Barcelona comenzó a convertirse en determinante. Rafinha, quien ingresó como sustituto en la segunda mitad, logró cambiar el ritmo del partido. En el minuto 54, realizó un disparo cruzado que logró colarse en la red rival, nivelando el marcador y revitalizando la confianza de su equipo. Su determinación fue evidente, y continuó siendo una figura clave para Barcelona a medida que se avanzaba el juego.
Apenas seis minutos después, en el minuto 60, Ferman fue el encargado de marcar otro gol, asegurando la ventaja para su equipo. Este segundo gol fue un momento de celebración para los catalanes, quienes comenzaron a sentir que la victoria estaba al alcance de la mano. La primera fase del partido finalizó con un emocionante empate de 3-3, dejando a los aficionados de ambos equipos al borde de sus asientos.
A medida que Barcelona se prepara para visitar la gira semifinal de la Liga de Intercampiones el martes, este triunfo podría ser un impulso necesario en su búsqueda de mantener la forma y la confianza. La intensa competencia y la presión que enfrenta en estos momentos son, sin duda, un reflejo de lo que viene para el equipo en las próximas semanas, donde cada partido cuenta en su camino hacia la gloria.