AS y los gases afectados en los cantones afectados

Durante el año 2025, un total de 390 personas han recibido atención en los centros de salud del Fondo de Seguridad Social Costarricense (CCSS) debido a efectos adversos relacionados con gases y la actividad del volcán. Esta cifra resalta la preocupación por cómo estos eventos naturales impactan la salud de la población en áreas cercanas a los volcanes.

Los datos que han sido proporcionados por El observador se relacionan tanto con atención en servicios de emergencia como con las consultas externas, permitiendo observar el efecto que la actividad del volcán Poás ha tenido en los cantones aledaños, los cuales han estado más expuestos a las consecuencias de las erupciones volcánicas.

Según lo informado por el CCSS, los diagnósticos realizados están directamente vinculados a la exposición a fuerzas naturales, comprendiendo varias categorías, tales como:

  • Inhalación de gases
  • Irritación causada por ceniza
  • Otros efectos derivados de la actividad volcánica

Dentro de los casos registrados, se destaca que 211 corresponden a atención en los servicios de emergencia, donde los cantones más afectados incluyen Sarchí, Zarcero y Naranjo. Esto pone de manifiesto la necesidad urgente de monitoreo y atención médica en estas áreas.

En el ámbito de la consulta externa, se han contabilizado 179 casos, con la mayor concentración también en Sarchí, Naranjo y Grecia, lo que refleja el auge de problemas de salud relacionados con la actividad volcánica en las comunidades afectadas.

Aumento de los episodios de actividad volcánica

Los datos sobre las personas atendidas por estos problemas han mostrado un aumento notable en el mes de abril, justo después de los grandes estallidos del volcán. Este incremento en las consultas y emergencias está ligado a una serie de erupciones que han sido reportadas.

Por ejemplo, en la fecha del 21 de abril, se registró una erupción que alcanzó una altura superior a los 4.000 metros, seguida de otra ocurrida el 23 de abril, cuyos gases llegaron a 3.500 metros de altura. Ambas erupciones provocaron una considerable contaminación del aire y un aumento en la presencia de gases como el dióxido de azufre, incrementando así la preocupación en la población.

Adicionalmente, a partir del 23 de marzo, el volcán experimentó un nuevo período de actividad que se caracterizó por la emisión constante de gas y expulsiones, generando niveles de calidad del aire que en ocasiones se volvieron tóxicos durante ciertos momentos del día, lo que representa un riesgo significativo para la salud pública.

De acuerdo con los datos proporcionados por el CCSS, hasta el 13 de abril se habían contabilizado:

Síntomas y efectos de la exposición

Las comunidades cercanas han reportado una serie de síntomas adversos, tales como olores intensos, irritación en los ojos, dificultades para respirar e impactos negativos en aquellas personas que ya padecen de condiciones de salud preexistentes. La exposición a estos elementos volcánicos constituye una amenaza significativa para la salud de la población.

Según el Doctor José Ortega, especialista en alergología e inmunología clínica, el contacto con materiales volcánicos representa un riesgo considerable para tanto los sistemas respiratorios, como para la piel y el aparato digestivo. Este tipo de exposiciones pueden generar complicaciones serias, especialmente en individuos con patologías previas.

El Dr. Ortega advierte sobre el impacto en el sistema respiratorio, especialmente para aquellas personas con condiciones respiratorias como el asma y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC), quienes son particularmente susceptibles a complicaciones severas. Esto subraya la necesidad de atención médica adecuada y continua, particularmente en población vulnerable.

Otros riesgos relevantes incluyen la irritación de la piel, que puede manifestarse como enrojecimiento y picazón en las áreas expuestas al material volcánico. Asimismo, la contaminación del agua y los problemas gastrointestinales, tales como diarrea y dolores estomacales, son preocupaciones que deben ser abordadas con seriedad, asegurando que se tomen las medidas adecuadas para prevenir tales complicaciones.

Nota Importante: Después de varios días de calma relativa, el volcán ha sorprendido este jueves con un impulso que alcanzó los 1,000 metros de altura.

Ceniza en el cajón de Grecia tras la erupción del volcán Poás el 21 de marzo (archivo/observador).

Recomendaciones y medidas de prevención

El Dr. Ortega sugiere las siguientes medidas de prevención:

  • Uso de protección respiratoria: Se recomienda el uso de máscaras N-95, las cuales ofrecen la mejor protección contra la inhalación de partículas finas. En caso de no disponer de una, es aconsejable cubrirse la nariz y la boca con un paño húmedo.
  • Cuidado de la piel: Es importante lavar las áreas expuestas con jabón neutro y aplicar crema hidratante después. Esto ayudará a minimizar la irritación causada por la ceniza.
  • Prevención de problemas gastrointestinales: Asegúrate de lavar adecuadamente las frutas y verduras antes de consumirlas, y verifica que el agua potable no esté contaminada con cenizas.

Las autoridades de salud y emergencia están llevando a cabo una supervisión activa sobre la actividad volcánica y su impacto en la salud de la población, garantizando que se implementen las medidas necesarias para mitigar riesgos.

https://www.youtube.com/watch?v=nw5vsavei-4

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