El volcán Poás ha estado exhibiendo señales de una mayor estabilidad en los últimos días, especialmente después de que se reportara una erupción significativa el pasado jueves 8 de mayo. Esta noticia positiva fue comunicada por el experto en volcanología, Geoffroy Avard, quien es parte del equipo de la Observatorio volcanológico y sismológico (Ovsicori). La observación de este fenómeno natural es crucial, dado que el Poás es uno de los volcanes más activos y estudiados del país.
Avard indicó que el comportamiento del volcán ha cambiado notablemente desde la última erupción y ahora se presenta con un patrón de actividad mucho más tranquilo y controlado. Es un buen indicativo que no hayan ocurrido explosiones durante esta fase reciente, a diferencia de los eventos más turbulentos de semanas anteriores en donde la actividad sísmica y volcánica era mucho más pronunciada. Además, la cantidad de gases y cenizas liberadas ha disminuido considerablemente en esta nueva etapa, lo que sugiere que el volcán se encuentra en un estado de calma relativa.
Sin embargo, a pesar de esta tranquilidad aparente, la actividad interna del Poás no ha cesado por completo. Se ha registrado un notable desglose y un temblor sísmico constante, aunque con variaciones en su intensidad. Avard también destacó que los temblores acústicos son irregularidades que pueden ser influenciadas, en gran medida, por fenómenos atmosféricos que ocurren en la región.
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Más en la boca C
En las noches recientes, el Ovsicori ha estado utilizando cámaras para observar persistentemente el fondo del cráter. Resulta interesante que, según lo reportado por Avard, estas imágenes han revelado la presencia de agua en la boca del volcán, que es un hallazgo notable y significativo para los expertos.
«Durante la noche, se puede notar una luz importante que proviene del fondo del cráter. Observamos que hay agua, lo que indica la formación de un lago pequeño dentro del cráter», afirmo Avard. Este descubrimiento es crucial ya que la existencia de un lago puede ser un indicativo de un sistema más estable y menos activo, contrastando con los patrones de actividad explosiva que habían predominado en semanas pasadas.
La presencia de este lago pequeño, junto con la notable disminución de la actividad explosiva, respaldan la evaluación llevada a cabo por Ovsicori, reafirmando la teoría de que el sistema volcánico del Poás se encuentra en un estado más estable y controlado en comparación con lo observado recientemente.
Dada la historia del volcán Poás de experimentar cambios repentinos, continúa bajo estrecha vigilancia por parte de los expertos del Ovsicori y del Comité Asesor Técnico de Volcanología. Actualmente, se mantiene el cierre del Parque Nacional, que se encuentra en una fase de advertencia roja. Esto significa que el nivel de actividad permanece en 3, lo que implica que se debe observar y estar atento a cualquier cambio en el comportamiento del volcán. Además, la situación se sigue monitoreando con atención en este contexto de cautela.