Aire contaminado en el Parque Nacional Poás.



El entorno del volcán Poás ha sido escenario de una situación alarmante, ya que el aire ha presentado niveles de toxicidad peligrosos desde el pasado martes, lo cual ha sido especialmente evidente dentro del Parque Nacional que rodea al volcán.
De acuerdo con un equipo de monitoreo de la Universidad Nacional (ONU), las concentraciones de dióxido de azufre (SO2) han alcanzado cifras históricas desde que se comenzó a registrar la calidad del aire hace aproximadamente un mes.
José Pablo Sibaja, quien forma parte del equipo de monitoreo, explicó en un reciente informe que los niveles de contaminación alcanzados durante las primeras horas del episodio son catalogados como extremadamente graves, es decir, tóxicos.
«En el momento del monitoreo, no había personas en el área afectada, solo el equipo de medición, pero las concentraciones alcanzadas son notablemente altas, las más significativas que hemos registrado desde la instalación de nuestros equipos», señaló Sibaja.
«Desde el lunes, hemos observado indicadores visuales de alerta en forma de barras de color rojo, naranja y amarillo, siendo predominantes las rojas. Esto indica un aire tóxico, basado en las normas establecidas por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos», añadió Sibaja en El Observador.
El informe visual del pasado martes evidenció una gran cantidad de colores rojos durante varias horas, lo que confirma la capacidad del aire para albergar una alta concentración de dióxido de azufre.
Niveles de SO2 entre el lunes y el martes. La mayoría de las horas se registraron en rojo, indicando áreas tóxicas. (Cortesía de la imagen/Uno).
Nota adicional: ¿Por qué no se han ajustado las alertas relacionadas con el volcán Poás? A continuación, se presentan las opiniones de expertos en la materia.
¿Qué implica la presencia de aire tóxico?
El índice de calidad del aire empleado por la ONU se fundamenta en escalas internacionales que son codificadas por colores:
- El color verde indica un aire limpio y saludable.
- El amarillo sugiere que la calidad del aire es aceptable.
- El rojo señala una calidad severa, indicando la presencia de sustancias nocivas que pueden tener un impacto perjudicial en la salud humana.
«La toxicidad del aire surge de la combinación de ciertos contaminantes presentes, especialmente aquellos que contienen azufre, como el dióxido de azufre, que han alcanzado niveles alarmantes en el Parque Nacional y en áreas circundantes al sur», comentó Sibaja.
Inspirar aire que contiene altos niveles de dióxido de azufre puede provocar una serie de malestares, como ardor en la garganta, irritación en los ojos, molestias en la piel, estornudos recurrentes y un característico olor a sulfuro.
Es importante señalar que algunos de estos síntomas pueden confundirse con alergias o una leve gripe, creando confusión en los afectados.
«El olor del dióxido de azufre puede ser confundido con otros gases que se encuentran en el área. Además, el cuerpo humano ya tiene cierta adaptación para respirar aire con ciertas cantidades de dióxido de azufre producidas por la quema de combustibles fósiles», completó el experto.
El laboratorio de calidad del aire utiliza un sistema que proyecta la calidad del aire en función de los patrones de viento dominantes, lo que permite predecir la dirección a la que se propaga la pluma de gas resultante de la actividad volcánica.
A medida que los vientos dispersan la pluma, se puede observar una disminución en la concentración de gases nocivos. (Cortesía de la imagen/Uno).
Distribución de la pluma de gas
La intensa actividad volcánica registrada desde el lunes ha dado lugar a la emisión de una pluma de gas que, impulsada por el viento, se ha desplazado hacia el valle central y algunas partes de la región atlántica.
Los últimos análisis satelitales y las mediciones en tierra llevadas a cabo el martes confirmaron que la dispersión de la pluma se ha orientado principalmente hacia el sur, suroeste y oeste del cráter.
«El viento ha presentado variaciones significativas. Este martes notamos una influencia diferente en distintos sectores del área, lo que resultó en la mezcla de corrientes de aire que propagan gases y cenizas en direcciones diversas», indicó Sibaja.
Los especialistas informaron que durante la jornada del martes se tuvo constancia de que ceniza ha caído en comunidades como Poás y Vara Blanca, lugares en los que anteriormente no había habido ingreso de material volcánico.
«Se ha corroborado mediante imágenes satelitales que la pluma se extiende hasta la región del Pacífico. Este fenómeno es parte del comportamiento natural del volcán, ya que existe una emisión constante de gases. Por lo tanto, es algo que se observará regularmente», concluyó el experto.
(Cortesía de la foto/Uno).