El volcán Poás ha tenido un evento significativo y visualmente impresionante el 5 de mayo, donde se observó un fenómeno que ha llamado la atención de muchos: la aparición de azufre derretido que se estaba acumulando en la parte inferior del cráter. Este fenómeno produjo una luz brillante que era claramente visible en la oscuridad de las noches recientes, creando un espectáculo que no muchos han podido presenciar.
Entre el 1 y el 5 de mayo, el Observatorio volcanológico y sismológico (ovsicori) llevó a cabo observaciones de este bulbo constante, el cual es el resultado de la combustión espontánea del azufre cuando entra en contacto con las temperaturas elevadas y las condiciones oxidantes que predominantemente operan en el cráter. Este fenómeno es particularmente interesante porque ilustra cómo el azufre puede inflamarse al estar expuesto a condiciones tales, liberando energía en forma de luz que es visible a simple vista.
Los expertos de Ovsicori han explicado que «el azufre se inflama exponiéndolo a estas condiciones y liberando energía en forma de luz». Esta actividad no solo es espectacular desde un punto de vista visual, sino que también señala la presencia de materiales calientes en el interior del volcán y un entorno químicamente activo con la cantidad de oxígeno necesaria para mantener la combustión. Esto es un indicio de la dinámica interna del volcán, lo que puede tener implicaciones en la seguridad y la monitorización de la actividad volcánica.
Estallido de pulsos y rocas calientes
Desde el 23 de marzo, el volcán Poás ha exhibido un patrón continuo de arrebatos. Estos eventos incluyen fases pasivas intercaladas con emisiones de gases, vapor, aerosoles y cenizas que se han vuelto más intensas. En la noche del 4 de mayo, a las 8:59 p.m., se observó la expulsión de rocas balísticas de la Fumarola, que impactaron en el cráter, un evento que fue captado con claridad por las cámaras de supervisión, sensores de infasonido y sismógrafos correspondientes.
Nota Más: Poás -Volcano ha actualizado la cantidad como este domingo The Ovsicori
Sismicidad y gases activos
Los instrumentos sísmicos que monitorean el volcán Poás han estado detectando de manera constante operaciones volcánicas persistentes. Estas mediciones indican bandas de frecuencia que oscilan entre 0.8 y 6 Hz, aunque una señal de baja frecuencia, entre 0.8 y 1 Hz, es la que predomina. Esta señal generalmente se asocia con los movimientos internos de fluidos, que pueden incluir gas, agua o incluso magma, lo cual muestra la actividad interna del volcán.
Adicionalmente, el equipo de Ovsicori ha medido una transmisión promedio de 3190 toneladas de dióxido de azufre (SO₂) este lunes, utilizando el vehículo Transacta que opera con tecnología móvil DOAS. Aunque este número es ligeramente más bajo que el de abril, aún se considera alto en comparación con el comportamiento histórico del volcán Poás, lo que indica que la actividad sigue siendo intensa. El 26 de abril, se registró a través del satélite centinela europeo una emisión de 2263 toneladas de SO₂ por día, confirmando así los altos niveles de actividad gaseosa.
La situación en el volcán Poás continúa siendo objeto de vigilancia meticulosa. Se observan signos claros de una persistente actividad eruptiva, junto con la emisión de gases calientes y condiciones que son favorables para la inflamación de materiales como el azufre. Los expertos están comprometidos en la supervisión constante de este fenómeno natural.