Un hombre conocido como Chacón Gutiérrez enfrentará una condena de 50 años en prisión debido a su culpabilidad en varios crímenes, incluyendo un intento de homicidio y un asesinato. Esta sentencia fue dictada por el Tribunal Penal de Heredia y marca un hito significativo en un caso que ha conmocionado a la comunidad local.
Los trágicos acontecimientos tuvieron lugar el domingo 22 de octubre de 2023, en un evento que se desarrollaba en la Plaza Deportiva de San Miguel de Santo Domingo de Heredia, un lugar frecuentemente utilizado para actividades recreativas y de encuentro familiar.
Durante el evento, varios entusiastas de las motocicletas se acercaron a la locación donde se encontraba Edwin Campos Figueroa. Sin previo aviso, Chacón Gutiérrez comenzó a disparar indiscriminadamente, poniendo en grave peligro la vida de las personas que se congregaban en el lugar. Este ataque ocurre en un contexto donde la violencia se ha vuelto inquietantemente común en la región.
En medio del caos, se observó cómo algunos niños, aterrorizados, tuvieron que correr para poner a salvo sus vidas. La situación se convirtió en una escena desgarradora, ya que uno de los niños, que no superaba los 12 años de edad, resultó herido como consecuencia de los disparos cortos. El impacto de estas balas atravesó su pierna izquierda, afectando también los órganos en la región pélvica, lo que subraya la gravedad del incidente y las implicaciones del uso irresponsable de armas de fuego en espacios públicos.
Lamentablemente, Edwin Campos Figueroa sucumbió a sus heridas en el Hospital San Vicente de Paul. El informe médico indicaba que la causa de su deceso fue por un impacto en el tórax y en el muslo, una pérdida que ha dejado a su familia y a la comunidad devastadas.
A pesar de la severidad de la sentencia, se ha decidido que Chacón Gutiérrez permanecerá en detención provisional mientras se llevan a cabo los procedimientos legales pertinentes. Esto ha generado una mezcla de alivio y frustración entre los habitantes de la comunidad, quienes exigen justicia y medidas más contundentes para enfrentar la violencia en sus calles.
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La comunidad de San Miguel de Santo Domingo nunca había sido testigo de una situación tan trágica y alarmante. La plaza, que se encuentra próxima a la Escuela Presbyter Ricardo Salas Campos y frente a la Iglesia Católica de la Ciudad, se ha convertido en un lugar asociado con el dolor y el peligro tras este fatídico suceso.
«Todos estamos muy nerviosos porque nunca se ha visto algo así en nuestro vecindario. Ya estamos asustados», expresó un padre de familia dos días después del asesinato en una conmovedora entrevista con El observador. Su testimonio refleja el impacto psicológico que este evento ha tenido en el entorno, donde la familia y la seguridad son valores que ahora se cuestionan.
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