Aunque el debate sobre el juicio en el que Celso Gamboa participa en estos días tiene que ver con una acusación de influencia que ha estado presente en los últimos tres días, su ropa era un tema.
El ex magistrado está siendo detenido actualmente en la máxima seguridad de la reforma como parte de la solicitud de extradición dirigida por los Estados Unidos. Allí, según las regulaciones, solo puede tener tres cambios de ropa.
Desde el martes, Gamboa ha explicado que solo tiene la camisa naranja que usó ese día, un buzo y pantalones cortos. Incluso dijo que tendrían que asistir al juicio en algún tiempo.
Esto ha llevado a una solicitud de tener más ropa o comodidad a este respecto.
Una de las ideas era que lo convirtieron en las células OIJ de los tribunales de Goicoechea, donde comenzó la mañana antes de las audiencias.
Esta posibilidad fue directamente rechazada por el director de la OIJ, Randall Zúñiga. La jerarquía hizo una publicación en sus redes sociales.
Además, se hicieron las autoridades penitenciarias.
Al final de este jueves, el tribunal leyó la respuesta, donde las puertas también estaban cerradas por un cambio en las condiciones.
«Eso no coincide. Para eso, hay algunas fechas para el cambio (entrega de prendas), sería determinar un precedente», dijeron las autoridades.
La aceptación del tratamiento especial pondría un precedente que no encontró otros prisioneros.
Por el contrario, se ha señalado que aquellos que están privados de libertad tienen el jabón y obtienen un espacio en las baterías para que puedan lavar sus prendas.
Celso Gamboa también pidió preguntas y una comida -tema
La defensa de Celso Gamboa hizo otras afirmaciones durante todo el juicio, que se pueden ampliar hasta el 8 de agosto.
Uno tiene que ver con la comida. El extradible afirmó que la cena se sirvió en las cercanías de la prisión alrededor de las 3:30 de la tarde, en ese momento que había escuchado. En las células judiciales, por otro lado, la última comida se extiende a las 7 am por la noche, cuando ya la han llevado a la Reforma.
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La solución propuesta es comer al final del público.
Otra orden tenía que ver con la intención de que el propio Selso Gamboa tuvo que interrogar a los testigos de la audiencia.
La medida se incrementó como parte del defensa material (en el que cada acusado puede ejercer sus derechos). Sin embargo, el orden no dio fruto.
