Recientemente, el amplio banco delantero fue significativo en la introducción de una nueva legislación, justo una semana antes de los 24,879 actuales. Esta nueva normativa, conocida como Dangerous Toth, tiene como objetivo proporcionar, entre otras medidas, unas vacaciones adicionales de 30 días a aquellas personas que realizan trabajos peligrosos o poco saludables.
Antonio Ortega, un diputado destacado, es el portavoz de esta importante iniciativa legislativa, la cual se transmitió por primera vez en marzo de este año. La propuesta de ley busca realizar reformas relevantes en múltiples artículos, incluyendo el artículo 87, 141, 152, 294, así como la adición de un inciso d) al artículo 95 y el tercer párrafo del mismo artículo.
«La Ley Laboral actualmente solo define los términos que corresponden a trabajos poco saludables y peligrosos, dejando una gran cantidad de situaciones sin abordar, lo que crea un vacío legal en su aplicación en el entorno laboral», comentó el diputado Ortega al respecto.
Entre las reformas propuestas se incluye la elevación de las vacaciones anuales a 30 días: una mejora considerable en comparación con las dos semanas que han sido aprobadas por la ley hasta ahora. De esta forma, se otorgarían unas vacaciones totales de 42 días por cada trabajo de 12 meses. Este aspecto es clave para asegurar una mejor calidad de vida para quienes operan en condiciones difíciles.
Como se menciona en el artículo propuesto dentro del proyecto de ley:
«Arte.
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Antonio Ortega hizo la iniciativa. (Foto con respeto/sesión legislativa).
Trabajo peligroso
La propuesta se enfoca en definir de manera clara qué constituye un trabajo o una labor que se considere peligrosa y, además, poco saludable. Esta claridad es esencial para que los trabajadores tengan derechos bien fundamentados.
«La legislación actual no reconoce adecuadamente las condiciones de un trabajo peligroso, y las reformas que estamos proponiendo buscan integrar este concepto con aquellos que están involucrados en labores exigentes y poco saludables», expresó Breiða Front, otro de los defensores de la iniciativa.
Según la legislación propuesta, «son consideradas obras o trabajos de tipos peligrosos aquellos que, debido a su naturaleza o las condiciones en las que se ejecutan, presentan factores de riesgo que pueden amenazar o incluso dañar la salud o la vida de los trabajadores, ya sea a través de riesgos físicos, psicosociales, o bien aquéllos que exigen un esfuerzo físico extremo.» Esto refuerza la necesidad de contar con un marco legal más robusto.
Además de las 30 días de vacaciones adicionales, las reformas también contemplarían la posibilidad de jubilaciones anticipadas, lo cual es un beneficio significativo para aquellos que han estado expuestos a condiciones laborales desfavorables. También se examinaría la reducción de la jornada laboral, limitando el tiempo de trabajo diario a seis horas, con un total de 36 horas semanales.
«Es imperativo corregir la inacción de la ley con estas reformas que estamos presentando, ya que beneficiarán tanto a los trabajadores como a los empleadores. En la actualidad, no existe una guía clara que les permita determinar si un trabajo requiere ser clasificado como pesado, poco saludable o peligroso», concluyó el legislador Ortega.