Grabación en inglés: participe antes del 4 de mayo
El Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) ha decidido extender la consulta nacional destinada a conocer la demanda y las condiciones que enfrenta la población de Costa Rica con respecto al aprendizaje del idioma inglés hasta el domingo 4 de mayo. Originalmente, se había previsto cerrar la consulta el 30 de abril, aunque este periodo ya había cumplido con las expectativas iniciales. Sin embargo, la decisión de prorrogarla se basa en la intención de aprovechar el feriado del 1 de mayo, que coincide con el fin de semana, como afirmó Christian Rucavado, presidente ejecutivo del INA.
Este esfuerzo tiene como objetivo principal recoger información relevante sobre el interés y las necesidades de los costarricenses en relación con el aprendizaje del idioma inglés. La consulta, que se puede realizar a través del portal oficial del INA,
La consulta se compone de cinco preguntas sencillas que buscan capturar la esencia de lo que la población necesita. «Es un momento oportuno, especialmente con un fin de semana largo, y también considerando que el próximo jueves conlleva a un receso académico. Nuestra meta es capitalizar el entusiasmo y la participación, dado que decenas de miles de costarricenses han estado respondiendo», comentó Rucavado en declaraciones a El observador.
Los resultados de esta consulta estarán disponibles en un lapso de dos semanas y serán fundamentales para ajustar la estrategia del INA en la atención a la demanda de aprendizaje de idiomas. La información recolectada no solo servirá para conocer el número de personas interesadas, sino también para garantizar una mayor cobertura en la enseñanza del inglés como segundo idioma.
«Es imprescindible que el INA pueda identificar la demanda real a partir de esta consulta, de modo que podamos ofrecer soluciones adecuadas para quienes buscan aprender o mejorar su dominio del inglés», destacó Rucavado.
El diagnóstico de la situación actual es prioritario, ya que el INA busca entender los intereses no solo de quienes se encuentran desempleados, sino también de aquellos que, estando empleados, desean perfeccionar sus habilidades en el idioma.
En este sentido, Rucavado subrayó que «la consulta nos proporcionará una visión clara de las necesidades presentes. Es esencial que el INA se adapte a las expectativas de la gente, tanto en lo que respecta a los horarios como a las modalidades de aprendizaje».
¿Se cobrarán?
El INA está contemplando la posibilidad de ofrecer clases virtuales que puedan satisfacer las necesidades de quienes busquen aprender o mejorar sus competencias en inglés. Con esto en mente, se encuentran evaluando el uso de tecnologías avanzadas que permitirán a los interesados acceder al material educativo en cualquier momento del día y de la semana. Estas herramientas incluirían recursos de inteligencia artificial, entornos virtuales y materiales disponibles en línea.
La implementación de estas soluciones se prevé para la segunda mitad del año en curso, dependiendo de los resultados obtenidos a través de esta encuesta. A pesar de las dificultades relacionadas con la asignación de recursos y la logística para atender la creciente demanda, que actualmente se traduce en alrededor de 45,000 solicitudes anualmente, el Instituto logra matricular aproximadamente 30,000 estudiantes.
Rucavado enfatizó la importancia de «construir la capacidad necesaria para responder adecuadamente a esta demanda, pero también es vital comprender cuál es la pregunta subyacente». En este contexto, y a pesar del peso que tiene el Instituto en este proyecto, se ha dejado claro que no se tiene la intención de cobrar por estas clases. El presidente ejecutivo del INA reafirmó que nunca se ha considerado la opción de implementar tarifas por el aprendizaje, dado que el INA está al servicio de los costarricenses y financiado principalmente a través de una contribución del 1.5% por parte de las empresas del sector privado, así como de instituciones autónomas y estatales.
«En ningún momento hemos pensado en cobrar, porque el INA pertenece a los costarricenses y es sostenido por el sector privado», concluyó.
