Es sorprendente cuán poco se comenta sobre la intervención de los árbitros en el mundo del fútbol, especialmente después de un partido tan controversial. Tan pronto como concluyó el juego entre la Liga Deportiva de Alazelance y el Puntarenas FC, el presidente del club rojo y negro, Joseph Joseph, no tardó en expresar su descontento con el uso del sistema VAR y la percepción de injusticia en la decisión tomada durante el partido. «Hay una penalización muy obvia que debería haberse señalado. Se cometió un gol válido tras unos minutos, y todavía no entendemos por qué no se validó», afirmaba Joseph, quien estaba visiblemente frustrado. «El VAR revisó la jugada y se mostró en repetidas ocasiones, pero seguimos sin entender su decisión. Es inquietante ver cómo se manejan estas situaciones. Parece que hay un tratamiento desigual en este tipo de eventos. Mientras que a nuestro jugador de Toril se le aplicó un criterio diferente, otros recibieron un trato más benigno.»
¿Dónde está la incomodidad?
Es comprensible que aquellos que no han estado involucrados en un juego de esta intensidad, ni han experimentado la presión del público o el estrés de una decisión crucial, no logren captar la gravedad de la situación. Sin embargo, no podemos ignorar que el VAR debería rectificar los errores en lugar de perpetuarlos. En este sentido, es frustrante saber que los errores claros no son corregidos ni reportados en los informes posteriores al partido. Es fundamental que exista uniformidad en los estándares aplicados por los árbitros.
Desde la perspectiva de nuestro club, valoramos la presencia del VAR, pero no podemos obviar las ocasiones en que decisiones evidentes eran erróneas. Esta es una de nuestras principales preocupaciones y merece ser discutida en el contexto del futuro del fútbol en nuestra liga.
¿Va a tomar alguna medida, enviar una carta o preguntar si un árbitro silbando?
Por el momento, no estamos considerando ninguna suspensión, declaración o campaña. La situación ha generado incomodidad, y reconocemos que esto podría afectar la confianza hacia el árbitro y su equipo. Mientras tanto, estamos observando que cualquier problema derivado de estas decisiones puede, desafortunadamente, originarse de la falta de fe en la correcta aplicación del reglamento. No buscamos convertirnos en promotores de un conflicto, pero es innegable que existen percepciones de injusticia que no se pueden pasar por alto. Ayer, voté por el límite por placer, y ganamos la serie, pero está claro que un gol bien podría haber cambiado las cosas. La evidencia fue clara incluso en el último minuto del partido.
¿Espera?
Mi esperanza es que situaciones como estas puedan ser abordadas y corregidas en el futuro. Es evidente que a veces hay errores en el campo, pero el VAR está presente para ayudar a subsanarlos y debería reflejar estos errores en el informe de mediación. Sin embargo, cuando estos errores no se reconocen, se puede interpretar como una falta de intención de corregir las anomalías. Debemos trabajar hacia un fútbol más justo, donde las decisiones tomadas en el campo reflejen verdaderamente lo que ocurrió. Es importante para todos los involucrados en el deporte.