El curso de la ola tropical no. 1 que se presentó este martes ha provocado un total de 10 incidentes de inundación significativos en diversas regiones de Costa Rica, afectando la vida cotidiana de muchos ciudadanos.
Según reportes de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), se han declarado situaciones de emergencia en varios cantones de la zona sur del país, incluyendo Golfito, Pérez Zeledón, Quepos y Buenos Aires. Estas son áreas que comúnmente enfrentan desafíos durante la temporada de lluvias, pero esta vez las condiciones han sido particularmente severas.
«En Golfito, se registró un impacto significativo en la infraestructura del cantón, especialmente en el distrito de Guaycará, donde se reportó el colapso de sistemas de alcantarillado, lo que ha llevado a una situación complicada para los residentes», expresó la CNE en uno de sus comunicados.
Además, el río Coto y el arroyo Sorpresa, ubicados en la comunidad de Viaquillas, han causado el bloqueo de los caminos de acceso, lo que ha obstaculizado considerablemente la movilidad de los vecinos y ha dificultado las labores de rescate y asistencia.
Por otro lado, las carreteras que conectan Golfito y Puerto Jiménez se vieron afectadas por la caída de varios árboles, lo que aumentó el riesgo de accidentes y puso en jaque la seguridad vial en estas áreas.
Frente a esta complicada situación, el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) comenzó a realizar labores de limpieza y remoción de escombros desde el mismo martes, con el objetivo de habilitar el acceso seguro a las comunidades impactadas.
«En el cantón de Quepos, el desbordamiento del río Paquitas tuvo un impacto en la comunidad local; sin embargo, afortunadamente el agua no causó daños directos a las viviendas», reportó nuevamente la CNE, brindando un alivio a los residentes que habían estado preocupados por sus hogares.
Mientras tanto, los comités de emergencia municipal de los cantones afectados continúan evaluando los daños y llevando a cabo un monitoreo constante de cada uno de los incidentes reportados para asegurar que las medidas adecuadas se implementen.
Nota Más: Se pronostica que un posible ciclón que se aproxima hacia América Central generará lluvias aún más intensas en Costa Rica a partir del miércoles.
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Lluvia este miércoles
Se anticipa que el miércoles, la lluvia, acompañada de intensas tormentas eléctricas, continuará en diversas regiones de Costa Rica, según los pronósticos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Expertos del IMN han señalado que la combinación de un alto contenido de humedad en la atmósfera, junto con la fuerte actividad en la zona de convergencia intertropical, seguirá facilitando la presencia de rayos y tormentas en diferentes regiones, lo que representa un riesgo significativo para la población.
Para la tarde, se espera el desarrollo de actividad tormentosa en el Pacífico Central y la Península de Nicoya, con acumulaciones de lluvia estimadas entre 30 mm y 70 mm en periodos de entre 6 a 12 horas, así como la posibilidad de cantidades localizadas superiores a estas medidas.
«Se prevé que esta lluvia se proyecte hacia la costa durante la noche, especialmente en las primeras horas. En el Valle Central, existe la posibilidad de que se presenten condiciones similares, particularmente al oeste y al norte de la región, con cantidades de lluvia estimadas entre 15 mm y 60 mm en periodos de 6 a 12 horas, además de la posibilidad de acumulaciones localizadas importantes», advirtió el IMN.
En el norte y oeste del Caribe, se prevé que las lluvias continúen, especialmente en áreas montañosas, con acumulaciones entre 10 mm y 50 mm en periodos de 6 a 12 horas.
«Se mantiene una saturación moderada a alta en los suelos del Pacífico Sur y Central, así como en Sarapiquí, en el sector oeste del Valle Central y en el Valle del General», advirtió el IMN, instando a los habitantes a tomar precauciones en estas áreas críticas.
Ante la posibilidad de una tormenta intensa, se pronostica que la lluvia será intensa en períodos cortos, generando descargas eléctricas y rachas de viento, lo que podría representar un riesgo para la seguridad de la población.