En el transcurso del mes de enero, la legislatura de la Asamblea Legislativa logró avanzar, con el apoyo mayoritario, en el proyecto de ley conocido como “días excepcionales”, la cual fue aprobada por una conferencia de 4-3. Este ambicioso proyecto busca establecer una jornada laboral de 12 horas diarias durante tres días a la semana, a cambio de permitir tres días libres. Este enfoque pretende ofrecer a los trabajadores más tiempo para descansar y disfrutar de su vida personal, promoviendo así un mejor equilibrio entre trabajo y vida personal.

Posteriormente, el gobierno anunció una estrategia para acelerar el debate sobre este asunto. Se propuso discutir el proyecto de forma directa en la moción parlamentaria (MP), evitando el regreso a la Comisión para revisar las diferentes propuestas que se consideran necesarias a través del Artículo 137. Sin embargo, este movimiento aún no ha sido oficialmente comunicado, manteniendo cierta incertidumbre en torno al proceso.

Con el inicio del inusual período parlamentario, la Comisión presentó una lista de 24,290, propuesta por la diputada cristiana social Daniela Rojas. No obstante, la hora exacta en que se buscará acelerar el debate sigue sin definirse. En palabras de Pilar Cisneros, “Estamos calculando cuándo podemos reunir 38 votos. Es una cifra crucial aconsejada para garantizar una buena aprobación, aunque hemos recomendado que la parte vea cuándo podemos llevarlo a cabo”, indicó en una entrevista con .

Acelerar la discusión del proyecto requiere contar con esos 38 votos, lo que significa que cada representante deberá evaluar y calcular diversas alternativas en las reuniones parlamentarias antes de la votación. Aunque el proyecto enfrenta la oposición del Frente Amplio y un grupo de diputados de la Libertad Nacional, parece demostrar un consenso favorable entre la mayoría de los legisladores, lo que augura la posibilidad de su aprobación.

De acuerdo con Cisneros, las negociaciones se encuentran ahora en manos del vicepresidente Alejandro Barrantes, quien, tras el presidente Rodrigo Chaves, ha asumido un papel fundamental aunque no esté al mando de la comisión correspondiente.

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El ayuno

Una vez que se aprueba una propuesta, el proceso de discusión dentro del Parlamento se desarrolla de la siguiente manera:

• Durante tres días hábiles, se abrirá un periodo para las propuestas actuales y se generarán los movimientos necesarios para el avance del proyecto.
• Al término de este tiempo, el proyecto ocupará el puesto prioritario en la segunda parte del MP, donde se realizarán tanto la primera como la segunda discusión.
• La presidencia está habilitada para llevar a cabo el proceso de licencias para los movimientos, facilitando así el avance del debate.

Los suplentes deberán asistir a 14 reuniones en el MP para conocer las propuestas presentadas y discutir el contenido en cuestión. Estas reuniones están programadas para los lunes por la mañana, miércoles y jueves en la mañana, así como los lunes y martes por la tarde. Si al final de los 14 ciclos, que están previstos para realizarse en aproximadamente dos semanas y media, aún queda pendiente la votación, se organizarán reuniones adicionales para completar el procedimiento, aunque se aclara que no se podrá utilizar el piso del congreso para este fin.

Al concluir el proceso de enmienda, comenzará el debate en la primera discusión, donde cada CEO adjunto tendrá la oportunidad de disponer de un tiempo de hasta 10 minutos para discutir y defender su posición respecto al proyecto de ley.

Si se logra la aprobación en esta fase, el asunto puede ser revisado en el compartimento constitucional, siempre que al menos 10 alternativas firmen a favor de dicho procedimiento. Una vez resuelto, y en ausencia de objeciones, el proyecto se votará en otro debate posterior en el Parlamento.