La Oficina del Fiscal contra la Corrupción ha tomado medidas enérgicas en relación con dos agentes pertenecientes a la sección RURTS de la Agencia de Investigación Judicial (OIJ). Estos agentes son investigados debido a su presunta implicación en el delito de peculación, lo que ha suscitado gran interés en los medios y la opinión pública, dado el papel fundamental que desempeñan los agentes de la OIJ en la lucha contra el crimen.

El operativo, que fue llevado a cabo el miércoles 9 de abril a las 4 pm, resultó en el cautiverio de los dos agentes, cuyas identidades han sido confirmadas como Van González Hernández y Soto Castro. A partir de este momento, ambos se encuentran a la espera de brindarle una declaración en el marco de la investigación en curso. Una vez que se hayan tomado las declaraciones necesarias, se espera que se soliciten medidas cautelares en su contra.

Dentro del marco de la investigación, la Oficina del Fiscal Público emitió una orden el jueves para llevar a cabo una búsqueda en una cabaña ubicada en la Fortuna de San Carlos, donde se presume que ambos agentes se habían refugiado temporalmente. Este tipo de acción refuerza el compromiso de la Fiscalía para desentrañar la verdad de los hechos que se están investigando y garantizar que aquellos que abusan de su posición de autoridad enfrenten las consecuencias de sus acciones.

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Los incidentes que están bajo la lupa de la investigación ocurrieron el 7 de abril. En este contexto, los funcionarios de la OIJ participaron en un operativo relacionado con el combate al narcotráfico, durante el cual se realizó un asalto a una vivienda en Curris de San Carlos. Este operativo fue parte de un esfuerzo más amplio y concentrado de la Fiscalía para intervenir en actividades delictivas asociadas con el narcotráfico en la región.

Según las investigaciones preliminares, se ha indicado que durante la custodia de la propiedad en cuestión, los dos agentes supuestamente sustrajeron varios artículos, incluyendo ocho latas de atún, una pasta dental, una campana y botellas de licor. Estos bienes fueron reportados como escondidos en sus bolsas personales, lo que plantea serias interrogantes sobre la conducta de los agentes implicados y sus intenciones durante el operativo.

El caso que rodea a los agentes de la OIJ sigue activo y está siendo cuidadosamente analizado bajo el expediente 25-000803-0065-PE. La complejidad de este asunto pone de relieve la importancia de la integridad en las fuerzas de seguridad y la gravedad de los delitos de corrupción que pueden socavar la confianza pública en las instituciones de justicia.