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«Lucharé con mis sentimientos. Esa vez no puede evitar ningún jugador de fútbol. Después de 18 años, el fútbol me dio muchas cosas. Me retiré este verano (boreal)», explicó Hummels. Estas palabras reflejan la complejidad de las emociones que acompañan a una carrera tan prolongada en el mundo del fútbol, donde cada partido, cada entrenamiento y cada victoria o derrota deja una huella imborrable en la vida de un jugador. Hummels, cuyo nombre ha resonado en los campos de fútbol de Europa, ha decidido cerrar un capítulo significativo de su vida deportiva, un momento que sin duda llena su corazón de nostalgia pero también de orgullo por todo lo que ha logrado.

Hummels, nacido en Alemania, hizo su debut como profesional en el Bayern de Múnich, un club que no solo le dio la oportunidad de brillar, sino que también le proporcionó un entorno muy formativo en sus inicios. Desde su llegada al primer equipo, se vislumbraba el talento que llevaría a Hummels a convertirse en uno de los defensores más reconocidos de su generación. A lo largo de su carrera, Hummels llevó con orgullo los colores del Bayern y posteriormente del Borussia Dortmund, donde consolidó su reputación como un jugador excepcional, tanto en el aspecto defensivo como en el ofensivo. Este año, exploró una nueva experiencia en el fútbol italiano al unirse a la Roma, un paso que muchos vieron como una aventura segura y emocionante, aunque breve.

La trayectoria de Hummels en el ámbito profesional es digna de destacar. Su debut oficial se produjo el 13 de mayo de 2010, cuando contaba con apenas 21 años. Durante su tiempo en el Bayern, disputó un total de 78 partidos, lo que demuestra no solo su presencia constante en el equipo, sino también su capacidad para mantenerse en la élite del fútbol a lo largo de los años. Su último encuentro en el club alemán tuvo lugar el 21 de noviembre de 2023, sellando así una época llena de memorias, amores y desamores en el campo de juego.

Sin embargo, uno de los puntos más destacados de su carrera sin duda fue su participación en la Copa Mundial de la FIFA en Brasil en 2014. Durante ese torneo, Hummels fue una figura clave en la defensa alemana, y su impacto se notó especialmente en el cuarto de final contra Francia, donde anotó un gol decisivo que ayudó a su equipo a avanzar en la competición. Este momento no solo consolidó su lugar en la historia del fútbol, sino que también representó el esfuerzo colectivo y el espíritu de un equipo que alcanzó la gloria mundial. Reflexionar sobre una carrera tan rica en logros es un ejercicio agridulce para Hummels, pero también una oportunidad para mirar hacia el futuro, lleno de nuevas posibilidades.