Poás Volcano produjo hasta 8,000 metros de arrebatos


En el año 1910, el Volcán Poás fue el protagonista de un espectacular estallido que dejó una columna de vapor y ceniza alcanzando una altitud impresionante de aproximadamente 8,000 metros. Este evento es recordado no solo como uno de los más notables en la historia del volcán, sino también como un claro aparato de la fuerza explosiva que este gigante natural puede desatar.
Más de un siglo después, los ecos de aquella dramática erupción siguen resonando entre científicos y naturalistas, que estudian y comparan aquel evento con la actividad actual del volcán. «La erupción de 1910 se reconoce como la más poderosa que ha tenido lugar en el Poás. Las crónicas históricas y las fotografías de la época indican que la columna de erupción alcanzó una altura impresionante, lo que es testimonio del poder del volcán», afirma María Martínez, una destacada vulcanóloga del Laboratorio de Geoquímica Volocánica Ovsicori.
Hoy en día, el Volcán Poás es aclamado como el volcán más activo de Costa Rica. Desde principios de enero, se han detectado una serie de señales que indican la presencia de magma en su interior. Según Martínez, «hemos notado un incremento en la actividad sísmica, un aumento en la emisión de gases hacia la atmósfera, así como el desalojo de rocas y la distorsión del suelo, que se está inflando debido a la actividad magmática».
El vulcanólogo señala que este proceso de hinchazón del suelo sugiere que el magma podría estar intentando alcanzar la superficie terrestre, aunque no hay certeza sobre cuándo o si esto sucederá. «A menudo, el magma puede detenerse y enfriarse antes de que tenga la oportunidad de erupcionar. Sin embargo, si se presenta con suficiente fuerza y gas, podría romper las rocas que lo contienen y salir como lava», explica.
Nota Más: El volcán de Poás presenta cambios en su patrón de actividad: los científicos han registrado señales más fragmentadas durante las últimas 24 horas.
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¿Cuántas veces ha emanado lava el Poás?
Aunque es famoso por sus lagos cratéricos, el Volcán Poás también ha tenido episodios de actividad magmática a lo largo de los últimos 200 años. Según los registros de UVSicori, se han documentado tres períodos confirmados de emisión de lava:
- 1952 a 1955: Durante este periodo, el volcán emitió lava pastosa que se acumuló en el fondo del cráter.
- A principios de los 90: Hubo una leve actividad magmática, caracterizada por la emisión de gases calientes y cenizas, aunque con escasa salida de lava.
- Marzo a agosto de 2017: En este periodo, el volcán rompió roca del cráter, expulsando fragmentos durante la actividad.
Martínez agregó, «El episodio más reciente se produjo en 2017, cuando el volcán emitió fragmentos de lava muy caliente. Fue un evento de erupción magmática con suficiente energía para romper rocas, incluso afectando el área de visitantes del Parque Nacional».
El Volcán Poás en acción en 2017. (Cortesía de Photo/Javier Pacheco).
¿Cuál es la situación actual?
Desde principios de 2025, el Poás ha estado dando señales de actividad que involucran la liberación de gases, cenizas y pequeñas explosiones. Los análisis geoquímicos realizados por Ovsicori han revelado la presencia de fragmentos de vidrio volcánico en las cenizas, lo que sugiere que hay magma fresco en el interior del volcán. «Observamos fragmentos de vidrio, que son pequeñas piezas de magma que se han enfriado rápidamente. Si estos fragmentos representan más del 20% del total, podemos hablar de una fase magmática pura», explicó Martínez.
Para los investigadores, es crucial seguir monitoreando los cambios del volcán para determinar si estamos pasando de una fase de precursora a una fase de actividad magmática. Dijo: «La única manera de saberlo es continuar observando lo que el volcán nos está indicando». Históricamente, a lo largo de 200 años, las actividades magmáticas del Poás han sido raras, siendo las más significativas las erupciones de 1910, de 1952 a 1955 y la de 2017.
Actividad del Volcán Poás, en la madrugada del 8 de abril, mostrando material caliente. (Cortesía de Photo/Ovsicori).
¿Existirá una erupción como la de 1910?
A pesar de que los signos actuales reflejan un aumento de la presión en el sistema volcánico, los expertos suelen ser cautelosos respecto a la probabilidad de una erupción del mismo tamaño que la de 1910, especialmente con la cantidad actual de magma detectado. «Los parámetros de monitoreo que observamos indican que la cantidad de magma es relativamente pequeña. Por esta razón, el escenario más probable no sería una gran erupción como la de 1910, sino una actividad magmática más contenida», sostiene Martínez.
Aun así, el Volcán Poás continúa siendo objeto de intenso monitoreo, con equipos de científicos que visitan regularmente para analizar su evolución. «No podemos prever exactamente qué ocurrirá con el volcán o cuándo. Lo único que podemos hacer es monitorear todos los datos y estar listos para diferentes posibilidades», concluyó.