La congestión de vehículos en crecimiento en Costa Rica ha registrado un incremento significativo, lo que provoca no solo problemas de movilidad y tráfico, sino también una alarmante pérdida de salud que afecta la salud cardiovascular, física y espiritual de la población, una preocupación que ha sido señalada por el Colegio de Médicos y Cirujanos.
De acuerdo con la organización comercial, esta situación ha evolucionado hasta convertirse en lo que se puede describir como una «nueva epidemia«. Este fenómeno no solo afecta la calidad de vida de los costarricenses, sino que también pone en riesgo su bienestar integral.
Salud cardiovascular
Elliott Garita, presidente de la institución y especialista en cirugía cardiovascular, ha enfatizado que el tiempo perdido en los atascos es realmente dañino para la salud de las personas.
“Sin duda, todos los costarricenses están experimentando en este momento una nueva epidemia que es cuánta vida perdemos al quedar atrapados en el tráfico. Esto debilita nuestra calidad de vida, incrementa la tensión emocional, la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que a su vez reduce nuestra tolerancia y acorta el tiempo que podemos dedicar a estilos de vida saludables”, advirtió él.
Garita explicó que el estrés y la frustración generados por el tráfico provocan un desbordamiento constante de adrenalina, lo que resulta en un aumento de la presión arterial y el ritmo cardíaco.
A largo plazo, este efecto adverso puede incluso disminuir la efectividad de los tratamientos destinados a controlar la hipertensión. Por ello, se brindaron las siguientes recomendaciones:
- Escuchar música relajante durante los trayectos puede ser beneficioso.
- No olvidar la medicación en casos de hipertensión.
- Realizar estiramientos y ejercicios de respiración profunda al llegar al destino.
El Programa Estatal (Pluma) calculó en su informe de 2024 que el 4% del producto interno bruto (PIB) está relacionado con el valor del tiempo perdido en atascos. Este dato refleja no solo las consecuencias directas para las personas, sino también el impacto en la productividad y el sector turístico. Con un PIB estimado en 47.1 mil millones en 2023, este cálculo representa un costo de ¢ 1.8 mil millones.
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Consecuencias físicas
Más allá del impacto emocional y cardiovascular, la congestión vehicular también provoca efectos físicos significativos.
Manrique Sandí, especialista en medicina ocupacional, advirtió sobre los riesgos de lesiones osteomusculares (afectando huesos y músculos), así como problemas cardiovasculares y neurológicos.
“Estar sentado durante largos períodos en posiciones inadecuadas, combinado con la vibración constante, son factores que contribuyen a las lesiones. Estas pueden manifestarse en dolores de espalda y cuello, calambres, rigidez, fatiga ocular e incluso afectar aspectos neurológicos y circulatorios”, explicó.
Sandí destacó que los usuarios del transporte público suelen invertir entre 3 y 4.5 horas al día en traslados.
Para evitar lesiones, se recomienda aplicar principios de ergonomía dentro del vehículo, tales como:
- Ajustar el asiento para poder alcanzar los pedales sin necesidad de estirarse demasiado.
- Mantener las caderas alineadas o ligeramente más altas que las rodillas.
- Inclinar ligeramente el respaldo del asiento (aproximadamente 100 grados).
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Las presas tienen un gran impacto en la salud de las personas, la producción nacional y el medio ambiente. (Archivo/The Observer)
Salud mental
El impacto de la congestión vial se extiende también a la salud mental de las personas.
Francisco Golcher, presidente de la Asociación Costa Rica de Psiquiatría, ha indicado que la tensión generada por el tráfico puede causar irritabilidad, enojo y, en algunos casos, incluso comportamientos agresivos.
“Durante la vida cotidiana en un atasco, la preocupación por llegar tarde y la frustración causadas por la falta de movimiento pueden desatar sentimientos de ira y malestar. Muchas personas se ven impulsadas a convertirse en competitivas para avanzar, lo cual puede conducir a accidentes y situaciones indeseadas”, afirmó Golcher.
Entre las recomendaciones para manejar el estrés que provoca el tráfico, se sugieren las siguientes:
- Contar hasta diez como una forma espiritual de controlar la ansiedad.
- Practicar respiraciones profundas.
- Compartir el viaje con otros para facilitar conversaciones positivas.
- Recordar que la situación está más allá del control personal y mantener la calma.