
La intensa actividad sísmica registrada en Uvita desde el lunes ha reactivado el interés por el futuro «terremoto de Osa».
Se trata de un evento esperado en la región y cuya falla principal tiene capacidad de generar un terremoto de magnitud 7,4, según datos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori).
«No podemos descartar que esta secuencia sísmica interactúe con las fallas del sur, que son las responsables de generar el próximo gran evento en la Península de Osa», explicó Esteban Chaves, director de Ovsicori.
Según el experto, la posibilidad de interacción entre secuencias sísmicas es un fenómeno reconocido en sismología.
Una situación que obliga a seguir de cerca la evolución del enjambre que afectó al Océano Pacífico Sur durante seis días.
«La interacción sísmica es un hecho científico y por eso seguimos observando de cerca esta zona», añadió.
Terremoto del sábado en Uvita. (Foto cortesía/Ovsicori).
«Lleva 42 años recolectando energía»
Por otro lado, Chaves confirmó que la región mantiene un claro proceso de acumulación de energía desde hace más de cuatro décadas, debido a que el último gran terremoto en la zona ocurrió en 1983.
«En la Península de Osa se viene acumulando energía potencial elástica desde hace unos 42 años y hay una falla lo suficientemente grande como para generar un terremoto de 7,4», confirmó el director.
También señaló que la zona de “dos años pasados” es el intervalo esperado para un evento de este tipo.
«Un aumento de la actividad sismotectónica cerca de esa falla podría acelerar el proceso de ruptura de ese terremoto que aún no se ha producido», subrayó.
Los datos sismológicos y GPS recopilados por Ovsicori indican claramente la franja donde se concentra la energía y donde ocurriría el próximo gran evento, bajo la Península de Osa y el Golfo Dulce.
Mientras tanto, los científicos están observando de cerca para ver si la actividad actual comienza a desplazarse hacia el sur.
«En el momento en que empezamos a ver la sismicidad desplazándose hacia el sur, puede estar cerca un proceso de ruptura, pero siempre hay que contrastarlo con los datos», explicó Chaves, quien insistió en la importancia de comunicar de manera responsable y confiar en evidencias comprobables.
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Secuencia sísmica de esta semana en Osa. (Foto cortesía/Ovsicori).
Cinco terremotos mayores a 5
Desde el lunes 17 de noviembre, el Pacífico Sur registra una secuencia sísmica inusual, con más de 400 réplicas detectadas en menos de una semana.
El evento más reciente ocurrió el sábado a las 12:41, un sismo de 5.6 en la escala de Richter, ubicado a 59 kilómetros al suroeste de Uvita y con una profundidad de sólo 2 kilómetros, lo que incrementó su percepción en Osa, Puntarenas y sectores del Valle Central.
«En pocos días hemos tenido una cantidad bastante importante de sismos en el Pacífico Sur, es una de las series más activas que hemos tenido este año», afirmó el especialista.
También confirmó que la reubicación del terremoto del martes aumentó su fuerza de 5,6 a 6, convirtiéndolo en el evento principal de esta serie.
Escucha
Por ahora, Ovsicori sigue procesando datos en tiempo real, con turnos casi cada hora, para entender la evolución del enjambre.
«Estamos monitoreando la actividad sísmica en esta parte del país y vamos a mantener informada a la población sobre su evolución», destacó Chaves.
Las autoridades recomiendan prestar atención a los informes oficiales y evitar la difusión de información no verificada.
Según el listado de la Red Sismológica Nacional, los eventos más fuertes en Costa Rica fueron:
- Limón, 22 de abril de 1991, 7.7.
- Limón, 7 de mayo de 1822, 7.6.
- Nicoya, 5 de septiembre de 2012, 7.6.
- Golfo Dulce, 4 de agosto de 1854, 7.5.
- Golfito, 2 de abril de 1983, 7.4.
- Pacífico Central, 21 de diciembre de 1939, 7.3.
- Osa, 5 de diciembre de 1941, 7.3.
Además, un evento en 1934 con epicentro en Puerto Armuelles en Panamá (7,6) y otro en Nicaragua en 1992 (7,7), cuyos efectos afectaron al país.
Finalmente, se destaca que otros lugares con sismos de 7.0 o más fueron Cartago (1948), Papagayo (1916), Orotina (1924) y Grecia (1882).