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Volcán VR 2025 2017: acuerdos y diferencias

La reciente actividad explosiva del Volcán Poás en 2025 ha evocado recuerdos de los dramáticos episodios que ocurrieron en abril de 2017, cuando las explosiones de este volcán fueron tan poderosas que obligaron a cerrar el Parque Nacional durante un año entero. Los eventos naturales relacionados con volcanes suelen generar gran preocupación, especialmente en áreas cercanas, y el Poás es conocido por su dinámica impredecible.

A pesar de las similitudes en las actividades eruptivas de 2017 y 2025, los científicos del Observatorio Volcanológico y Sismológico (Ovsicori) han identificado diferencias significativas entre ambos eventos que son cruciales para comprender la naturaleza del volcán y su comportamiento. Estos científicos se han dedicado a analizar detalladamente las características de las erupciones de uno de los volcanes más activos de la Tierra.

A continuación, profundizaremos en algunas de las similitudes y diferencias que se han observado en los recientes procesos eruptivos del Volcán Poás.

Imagen actual del Parque Nacional Volcán Poás tomada el miércoles. (Cortesía de Photo/CNE).

Magma como motor de erupciones

Geoffroy Avard, un destacado volcanólogo de Ovsicori, ha señalado que la actividad explosiva observada en 2017 y 2025 puede atribuirse a un Magma Pols que ha ascendido hasta la superficie. Este tipo de magma tiene una capacidad única para generar explosiones poderosas.

«En el caso de 2017, la erupción fue provocada por un magma Pols que emergió desde las profundidades del volcán, lo que resultó en una reactivación significativa del Poás. Esta actividad generó numerosas explosiones enérgicas. Aunque la salida de lava fue mínima, se registró algún flujo, lo que marcó un evento notable», explica Avard.

En comparación, la erupción de 2025 presenta similitudes pero también notorias diferencias. Según Avard, «Contamos con un magma Pols también profundo presente, lo que ha provocado la apertura de un canal, sin embargo, hasta la fecha, la lava no ha alcanzado la superficie, o al menos no en la misma cantidad que se observó en 2017».

El GFI ha reportado un incremento en la sismicidad, junto con una mayor liberación de gases, distorsión del terreno y expansión de las rocas. Todos estos son signos de la presión ejercida por el magma. «El suelo está literalmente hinchado», afirma el experto.

Nota Importante: En 2025, el Volcán Poás generó explosiones que alcanzaron hasta 8,000 metros de altura. ¿Cuántas veces hemos visto la expulsión de lava?

Coincidencias en el mes de abril

Resulta curioso que abril se ha destacado como el mes de los significativos estallidos del volcán Poás en los últimos años. En 2017 y 2025, las columnas de ceniza producidas por el volcán alcanzaron alturas impresionantes, siendo observables en diversas regiones del país.

El 14 de abril de 2017, que además fue un Viernes Santo, el volcán liberó una pluma que alcanzó visible 4 kilómetros en distintas partes de Costa Rica. Ocho años después, el 21 de abril de 2025, volvió a repetir un evento de similar magnitud, con una pluma que se elevó hasta 3.5 kilómetros el 23 de abril.

A pesar de ello, es notable mencionar que muchos de los estallidos más intensos de 2017 ocurrieron durante la noche del 22 de abril, en condiciones de baja visibilidad lunar, lo que dificultó la medición precisa de la altura de la columna eruptiva.

«Lamentablemente, en la noche del 22 de abril no contamos con observaciones visuales o mediciones exactas de la explosión. Sin embargo, es cierto que podemos afirmar que fue más intensa que la erupción del 14 de abril, que alcanzó los 4 kilómetros de altura», declara Avard.

Diferencias en volumen de magma y velocidad de actividad

A pesar de las similitudes entre ambos eventos, se han observado diferencias significativas en la cantidad de magma y en la velocidad de actividad eruptiva.

“Existen numerosas diferencias entre la actividad de este año y la de 2017. Sabemos que en 2017 hubo emisión de lava, aunque en cantidades limitadas. Sin embargo, en 2025, no se ha registrado salida de lava, o al menos no de la misma manera esperada. Ha habido algo de material juvenil en las cenizas desde enero, pero es muy escaso. No hemos visto flujos de lava.

El año 2024, en contraste, aunque mostraba actividad, se consideró que se debió a procesos superficiales, sin intervención magmática significativa. «Este año, por el contrario, observamos un proceso magmático, profundo y activo», añadió el volcanólogo.

Cambios en las bocas activas

En ambas erupciones observadas, se ha notado un cambio en las ubicaciones de las emisiones dentro del cráter del volcán.

Según los expertos, la boca del volcán se activó en 2017 luego de años en los que el Mond había dominado la actividad explosiva. En 2025, aunque ambas bocas mostraron actividad, esta no fue simultánea.

«Este año hemos observado emisiones de ceniza desde ambas bocas. Sin embargo, la mayoría de los eventos eruptivos ocurridos hasta ahora se han registrado en la boca C, mientras que el 4 de abril se alcanzó una altitud de 4,000 metros que pasó a la boca A», comentó Avard.

Nota Importante: Según imágenes satelitales, la pluma de gas del Volcán Poás se ha movido hacia Guanacaste y Puntarenas.

Cierre del Parque Nacional en ambas ocasiones

La magnitud de los eventos eruptivos ha llevado a la decisión de cerrar el Parque Nacional del Volcán Poás en ambas ocasiones. En 2017, los cierres se extendieron durante 16 meses, y en 2025, el parque se cerró el 26 de marzo. Esta semana, además, se actualizó la advertencia a Roja debido a un aumento en el riesgo de erupción y acumulación de cenizas en áreas sensibles.

«Lo que está ocurriendo es sin duda un recordatorio de eventos pasados, cuando el parque tuvo que cerrarse por un prolongado tiempo, afectando gravemente la actividad comercial de la zona», comparte Rodríguez, el alcalde de Poás.

«Es fundamental que tanto turistas nacionales como extranjeros comprendan que el Volcán Poás es más que una simple montaña. Contamos con múltiples atracciones en la región, incluyendo delicias culinarias, tours y experiencias con cascadas que hacen de este lugar un destino ideal para conocer y disfrutar», agregó.

Nota Importante: El CNE ha incrementado las advertencias sobre la actividad del Volcán Poás, y el Parque Nacional se encuentra en estado de Alerta Roja.

Un proceso en constante desarrollo

Aunque las similitudes entre el comportamiento del Poás en 2025 y en 2017 son evidentes, los científicos afirman que cada erupción tiene características únicas e inconfundibles.

La actividad de monitoreo permanece activa. Los especialistas aclaran que es imposible predecir el momento exacto de una erupción en un volcán activo, y que el tiempo puede generar escenarios más complejos si el magma sigue acumulándose. «Este magma es lo que ha generado la actividad observada en 2025. Sin embargo, aún no sabemos si experimentaremos una erupción similar a la de 2017. Por ahora, la situación sigue siendo dinámica y requiere un constante monitoreo», concluye Avard.

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